La Elegancia en la Cultura Gastronómica China
中国饮食情调优雅
La Elegancia en la Cultura Gastronómica China
La cultura gastronómica china es conocida por su elegancia y atmósfera artística, lo cual se refleja principalmente en tres aspectos: la belleza de los utensilios, los nombres elaborados de los platos y el entorno refinado.
Yuan Mei, en su obra Suíyuán Shídān (El Menú de Suíyuán), cita una antigua expresión que dice: "Los antiguos dijeron que la comida no es tan buena como el utensilio bonito", lo que significa que tanto la comida como los utensilios deben ser hermosos, ya que un buen plato debe ser acompañado de un buen utensilio, creando un efecto de belleza adicional.
La belleza de los utensilios gastronómicos chinos se encuentra en su calidad, forma, decoración y la armonía con los alimentos. Los utensilios antiguos chinos incluyen categorías principales como cerámica, porcelana, bronce, metales preciosos, jade, lacados y vidrio. La belleza rústica de la cerámica pintada, la elegancia de la porcelana, la majestad del bronce, la transparencia del lacado, el resplandor de los metales preciosos y el brillo del vidrio, todos ofrecen a los usuarios una agradable experiencia estética, proporcionando una belleza adicional más allá de la comida misma.
La belleza de los utensilios no se limita solo a la calidad, forma y decoración de los objetos, sino que también se refleja en su combinación estética y en la forma en que se armonizan con los platos.
Los tripodes de la dinastía Zhou, los conjuntos de copas de la dinastía Han y el conjunto de utensilios de plata de la famosa cena de Man Han en la residencia de Kong Fu, ejemplifican esta combinación estética. El conjunto de plata utilizado en Kong Fu para las cenas de Man Han contiene un total de 404 piezas, lo que permite servir 196 platos diferentes. Algunas de estas piezas son réplicas de utensilios antiguos, mientras que otras están moldeadas en forma de alimentos. La decoración de los utensilios también es extremadamente detallada, con incrustaciones de jade, esmeralda, ágata, coral y otros materiales, y grabados con diversos patrones florales, poemas y textos auspiciosos, lo que aumenta su elegancia.
El conjunto de utensilios de la residencia de Kong Fu está dispuesto en una estructura de 4x4 y se divide en utensilios pequeños, utensilios para agua, utensilios para fuego y cajas para postres. La armonía entre los utensilios hermosos y la comida deliciosa es el pináculo de la estética gastronómica. En el poema de Du Fu Lìrén Xíng (El Camino de la Hermosa Mujer), se dice: "El pico de la camella verde sale de la olla de jade, el plato de cristal lleva escamas plateadas; los palillos de cuerno se cansan de no ser usados, y el cuchillo de fénix corta finas hebras", lo cual celebra tanto la belleza de la comida como de los utensilios, resaltando la sofisticación de esta belleza combinada.
En la mesa de los chinos, no hay platos sin nombre. El nombre de un delicioso plato es tanto su eslogan publicitario como una parte orgánica del plato en sí. Los nombres de los platos proporcionan una experiencia estética; a través de la percepción auditiva o visual, transmiten sensaciones al cerebro, provocando una serie de efectos psicológicos que no pueden ser generados solo por el color, la forma o el sabor de la comida.
